Para muchos de nosotros, 2020 fue uno de los momentos más disruptivos que jamás hayamos vivido. La mayoría de las empresas han tenido que repensar completamente cómo operan, su identidad cultural y las necesidades de sus empleados. Por tanto, estas nuevas limitaciones nos han obligado a adaptarnos rápidamente a nuevas prácticas donde el trabajo ya no es sinónimo de oficina.
El futuro del trabajo ya ha tomado la forma de equipos dispersos y la digitalización de empresas está a la orden del día: según un estudio realizado por VMware en Francia, casi dos tercios (66%) de los encuestados admiten que su organización ahora se beneficia del teletrabajo y no pueden imaginar un paso atrás. Creemos que la situación en México no es muy distinta.
Así, durante una mesa redonda sobre temas relacionados con el teletrabajo organizada por VMware, se discutieron varios ejes para determinar las medidas que deben tomar los líderes empresariales para gestionar mejor una plantilla dispersa a partir de ahora.
¿Presencial o teletrabajo? ¡Por qué no los dos!
Este emocionante año ha demostrado que un modelo de fuerza laboral dispersa (trabajo presencial, teletrabajo en casa y en otros lugares, o una combinación de los tres) puede funcionar. El enfoque híbrido, que combina el presencial y el teletrabajo, permitió satisfacer las necesidades expresadas por los empleados mucho antes de este año. De hecho, muchas personas querían beneficiarse de una mayor flexibilidad en sus horas de trabajo, soportar menos tiempo de viaje y tener la posibilidad de trabajar en otro lugar que en casa o en la oficina.
Pero el teletrabajo ofrece mucho más que eso. Desde su implementación extendida este año, el 72% de los empleados franceses encuestados cree que sus relaciones con sus colegas han mejorado, el 63% se siente más cómodo hablando durante las videoconferencias y el 67% considera que sus niveles de resistencia al estrés mejoraron, al igual que su moral (30% de los encuestados) y productividad (33%).
Supera obstáculos con una solución viable a largo plazo
Pero si bien el teletrabajo ha sido adoptado masivamente por las empresas y está emergiendo como una práctica a largo plazo, todavía quedan muchos obstáculos por superar. De hecho, 4 de cada 10 directivos franceses (41%) admiten temer que sus equipos tengan problemas para concentrarse en el teletrabajo. El 30% también considera que la cultura imperante en el consejo de administración de su empresa disuade a recurrir al teletrabajo. Por último, más de la mitad (55%) se siente más limitado a estar en línea fuera del horario laboral normal. Estos elementos muestran que es necesario cambiar la forma de pensar y las prácticas de la gestión tradicional.
A esto se suma la falta de visibilidad de los gerentes sobre las horas de trabajo reales de los empleados. Por eso es fundamental que, en la época de la digitalización de empresas, se ajuste la cultura de la “conexión permanente” si realmente queremos asegurar el bienestar de los empleados. Así, los líderes deben implementar una estrategia basada en resultados más que en control, en un ambiente de confianza mutua. Encontrar el equilibrio adecuado es clave para mantener a los empleados motivados y desarrollar su espíritu creativo con total libertad.
La tecnología podría ser la clave para mantener el vínculo en los equipos.
La adopción de equipos dispersos conlleva una serie de desafíos: integración de empleados remotos, visibilidad y cumplimiento, seguridad de equipos, seguridad de empleados, etc. Todos verdaderos retos en la carrera por la digitalización de empresas; Como resultado de la pandemia, la escala de esta mutación ha acentuado la proliferación de tecnologías y plataformas digitales.
El cambio sin precedentes hacia un modelo que permite a todos trabajar libremente desde cualquier lugar ofrece sin duda muchos beneficios, tanto para los empleados como para los empleadores. Sin embargo, es importante no subestimar el cambio requerido en las estrategias de gestión de recursos humanos para mantener el compromiso y la productividad de los empleados. Si bien los altos ejecutivos tienen un papel importante que desempeñar en el establecimiento del tono, corresponde a los gerentes intermedios demostrar constantemente su confianza, impulsar a los equipos y compartir un objetivo común.
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